"Cuento de navidad"
"AMOR PURO AMOR"
sábado, 12 de marzo de 2011
"EL PAIS DE LAS LETRAS PERDIDAS" "LA E"
RNESTO
Ernesto era un niño dormilón que hizo el viaje con su elefante de paño. Los dos habían perdido las letras de sus nombres y se dirigieron al País de las Letras Perdidas para encontrarlas. ¿Dónde? Pues en el Asilo, les había dicho el Borrador en jefe. Y ahí estaban ahora. La directora del Asilo era la señorita Disciplina, y su ayudante, el mago Atención. Ernesto explicó a la señorita Disciplina a qué venían y ella lo miró largo rato en silencio.
-- Tú no has perdido la letra de tu nombre. Sólo las has olvidado porque eres distraído y dormilón. Pero por suerte esto se arregla fácilmente.
La señorita Disciplina llamó entonces al Mago Atención y éste tocó tres veces la cabeza de Ernesto con una larga varita mientras decía estas mágicas palabras:
-- No te duermas en la clase;
no vivas, niño, en la luna;
piensa, piensa en lo que haces;
a la una, una, una, a la una, dos y tres.
De este modo Ernesto recordó en seguida la letra de su nombre y de su elefante.
Estas eran:
La letra del elefante:
y la letra de su nombre, Ernesto, también "e" pero más bonita y adornada por que es mayúscula:
Te dejo otra tarea para que dibujes en tu cuaderno las dos letras:
Con sus letras ya recobradas Ernesto y su elefante salieron del Asilo y se encontraron en la calle de pizarra con:
IGNACIO .
Cuento de Matilde Muras.
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"MUÑECA DE TRAPO"
"Muñeca de trapo,
bella cuando era nueva
hoy tirada en un rincón
con lazos descoloridos
ojos de un triste mirar.
¿Quién en ese estado te dejo?
¿Quién tu belleza no supo valorar?
¿Quién te dejo tirada en un rincón?
¿Quién rompió tu corazón
muñeca de triste mirar?
Vestida de tul raído por el uso
mejillas coloradas,
aun estando abandonada
quizá por vergüenza
de estar botada en un rincón.
Ya tu dueña te dejo
por otra muñeca nueva
¿De qué sirve quejarse
del destino que te toco?
¿muñeca de triste mirar?.
Esa era la queja de una muñeca de trapo, cuando vio que su dueña la cambio por una muñeca nueva y la dejo en un desván, era una muñeca de ojos verdes y una mirada que destrozaba el corazón, tenia las trenzas desechas, el vestido sucio, descalza pero aun así conservaba su belleza. Pero pasado los años, cuando su dueña, que ya era toda una señorita, al limpiar el desván la encontró y recordó lo feliz que fue con aquella muñeca, dijo: ¡Así como yo fui feliz contigo, así que sea feliz otra niña!, la tomo entre sus manos , lavo a la muñeca, la peino y le puso lazos nuevos en sus trenzas, cambio el vestido viejo por otro nuevo y le puso zapatitos de gamuza. La llevo a un orfelinato para donarlo, pasado un tiempo en el cumpleaños de una niña abandonada, fue envuelta en papel de regalo, la muñeca quedo a oscuras hasta que escucho la voz de su nueva dueña, una niña inocente de cinco años, feliz de tener una muñeca de trapo, desde aquel día la muñeca de triste mirar, tenía el corazón contento porque aprendió que su destino era hacer feliz a las niñas sin importar que cuando crezcan la abandonen en un rincón.
Este cuento es mi aporte a la niñez espero que sea del gusto de ellos. No soy escritora pero es lo que me nace y lo pongo en estas lineas. (Ana Salazar)
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