El granjero Stahlbaum y su señora dan una fiesta de Navidad. Clara y su hermano, hijos de Stahlbaum, saludan a los invitados.
Clara espera impaciente al mago Drosselmeyer, su tío favorito, un fabricante de juguetes que siempre llega con alguna novedad.
El mago llega con un misterioso y amable sobrino, Fritz, y una gran caja de sorpresas de la que van saliendo sucesivamente un soldado bailarín, una muñeca que también danza y un oso polar con su cría. Clara quiere quedarse con la muñeca , pero su madre le explica que es imposible. La niña comienza a llorar y Drosselmeyer la sorprende con un regalo especial: un gran cascanueces de madera. Su hermano recibe un Rey de los Ratones. Los niños atacan a las niñas y el hermano de Clara rompe el Cascanueces.
Fritz la defiende, recoge el muñeco estropeado, lo entrega a Drosselmeyer, quien lo repara con una venda y lo deja casi perfecto.
La fiesta termina, los invitados se van y Clara quiere llevar su nuevo juguete a su habitación, pero su madre le pide dejarlo junto al árbol de Pascua.
Antes de la medianoche, la niña baja para acompañar a su Cascanueces. Se adormece y comienza a soñar que todo se agiganta a su alrededor. Llega el Rey de los Ratones con una banda de roedores que aterrorizan a la niña. Apararecen los soldaditos de juguete comandados por el cascanueces para defender a Clara; Fritz los ayuda como capitán de artillería y la niña se siente protegida por estos nuevos amigos. Sin embargo comienzan a perder la batalla. Clara se arma de coraje y lanza una de sus zapatillas al Rey de los Ratones. Lo derriba, el Cascanueces lo mata y los ratones huyen. El Cascanueces se transforma en un hermoso príncipe e invita a Clara y a Fritz a un viaje- en un trineo de oro- a través del bosque encantado. La pesadilla a terminado y la fantasía comienza. Al llegar al bosque, se encuentran con el rey y la reina de las nieves. La pareja real baila para ellos junto a los copos de nieve. la danza se va convirtiendo en un torbellino y finalmente impulsa al trineo- con el príncipe, Clara y Fritz a bordo- hacia el lugar que el príncipe les a prometido, lleno de magia, alegría y dulzura.
Clara, Fritz y e príncipe llegan al reino de los confites, donde los recibe el hada (Sugar Plum), que preside el lugar, rodeada de nubes y ángeles guardianes. El hada anuncia a los dulces habitantes de su reino que ha llegado el príncipe con dos amigos. Le pide al príncipe que narre sus aventuras como Cascanueces y luego comienza una fiesta que deleita a los invitados, en la que danzan sucesivamente los chocolates de España, el té de China, los caramelos de menta de Rusia, el café de Arabia, los mazapanes y las flores encabezadas por su reina, la rosa.
La fiesta culmina con un gran pas de deux que bailan el príncipe y el hada. Clara y Fritz abordan el trineo y emprenden el vuelo de regreso a la realidad.
"Cuento de navidad"
"AMOR PURO AMOR"
martes, 7 de diciembre de 2010
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"MUÑECA DE TRAPO"
"Muñeca de trapo,
bella cuando era nueva
hoy tirada en un rincón
con lazos descoloridos
ojos de un triste mirar.
¿Quién en ese estado te dejo?
¿Quién tu belleza no supo valorar?
¿Quién te dejo tirada en un rincón?
¿Quién rompió tu corazón
muñeca de triste mirar?
Vestida de tul raído por el uso
mejillas coloradas,
aun estando abandonada
quizá por vergüenza
de estar botada en un rincón.
Ya tu dueña te dejo
por otra muñeca nueva
¿De qué sirve quejarse
del destino que te toco?
¿muñeca de triste mirar?.
Esa era la queja de una muñeca de trapo, cuando vio que su dueña la cambio por una muñeca nueva y la dejo en un desván, era una muñeca de ojos verdes y una mirada que destrozaba el corazón, tenia las trenzas desechas, el vestido sucio, descalza pero aun así conservaba su belleza. Pero pasado los años, cuando su dueña, que ya era toda una señorita, al limpiar el desván la encontró y recordó lo feliz que fue con aquella muñeca, dijo: ¡Así como yo fui feliz contigo, así que sea feliz otra niña!, la tomo entre sus manos , lavo a la muñeca, la peino y le puso lazos nuevos en sus trenzas, cambio el vestido viejo por otro nuevo y le puso zapatitos de gamuza. La llevo a un orfelinato para donarlo, pasado un tiempo en el cumpleaños de una niña abandonada, fue envuelta en papel de regalo, la muñeca quedo a oscuras hasta que escucho la voz de su nueva dueña, una niña inocente de cinco años, feliz de tener una muñeca de trapo, desde aquel día la muñeca de triste mirar, tenía el corazón contento porque aprendió que su destino era hacer feliz a las niñas sin importar que cuando crezcan la abandonen en un rincón.
Este cuento es mi aporte a la niñez espero que sea del gusto de ellos. No soy escritora pero es lo que me nace y lo pongo en estas lineas. (Ana Salazar)
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