Era primavera cuando, en un claro del bosque, nació un hermoso cervatillo al que llamaron bambi.
Su madre le enseñaba todos los nombres de todo lo que veía y se fue haciendo amigo de la ardilla del roble, del conejo y de los demás animales.Lo que más le gustaba a Bambi era jugar con sus primos, Gobo y Falina, con los que correteaba sin descanso.
En otoño llegaron las tormentas.
Un día Bambi se perdió, pero su padre, el gran príncipe del bosque, le llevó de nuevo junto a su madre.
Con las nieves aparecieron los cazadores, que dispararon cruelmente contra todos, hiriendo de muerte a la madre de Bambi.
Al final del invierno, Bambi había crecido mucho y tenía ya unas pequeñas astas... Pero echaba de menos a su madre.
También Falina había crecido y a Bambi le pareció la cierva más bonita del mundo.
Romo y Carus, otros jóvenes ciervos pretendían conquistar a Falina, pero Bambi los venció con su fuerza y autoridad.
Un día se oyó como un trueno y Bambi sintió un gran dolor en el lomo. Le había alcanzado el disparo de un cazador, pero consiguió huir y refugiarse en la guarida del príncipe del bosque. Tardó mucho tiempo en curarse de sus heridas.
Cuando volvió a su querido bosque, Bambi era ya todo un ciervo. Le emocionó encontrarse de nuevo con Falina y sus amigos. Un día, el viejo príncipe se marchó y Bambi fue elegido nuevo príncipe del bosque.
Bambi solía vigilar en lo alto de unas peñas y Falina siempre le acompañaba. Su porte era majestuoso y su cornamenta se alzaba como las ramas de un árbol. El cervatillo se había convertido en un gran príncipe.
FIN
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