domingo, 1 de agosto de 2010

....."EL PRÍNCIPE Y LA ARAÑA"

Un príncipe, que había perdido una batalla, logró escapar en compañía se su fiel servidor. Estaban rendidos por la caminata y sufrían fatiga, hambre y sed; sin embargo, no se atrevían a entrar en ninguna de las casas que encontraban a su paso, temerosos de ser descubiertos y entregados al enemigo.

Cerca del anochecer, llegaron a una montaña donde observaron una cueva aparente para descansar y ponerse a salvo de sus perseguidores.

__Con todo, dijo el príncipe, mucho me temo que el odio de nuestros enemigos los vuelva astutos y los haga dar con nosotros donde quiera que nos encontremos.

__¡Dios nos proteja!, repuso el criado.
Y entraron a la cueva, internándose todo lo posible. Allí pasaron la noche, sin que nada, ni nadie, perturbara su descanso.

Al amanecer oyeron pasos y voces en las proximidades de su escondite : un grupo de soldados se acercaba a la entrada de la cueva.

__Busquemos allí, tal vez se habrán escondido en esta cueva, dijo uno de ellos, disponiéndose a entrar.

__¿Para qué?, dijo otro. Aquí no ha entrado nadie.

__¿cómo lo sabes?, le respondió el primero.

__Hombre, ¿no tienes ojos?, repuso a su vez el interpelado. ¿No ves en la entrada esa gran telaraña que la cubre de lado a lado? ¿Por dónde habrían de entrar?.
Todos dirigieron la vista a la cueva y vieron, en efecto, que había una telaraña que cubría la entrada completamente.

__Tienes razón__ adujo el que hacía de jefe. Y continuaron su camino.

El príncipe y su criado se miraron con asombro. Aquello les parecía un milagro. Estaban con vida, y se la debían a una araña que durante la noche había tendido su cortina salvadora.

__¡He aquí una araña providencial!, dijo el príncipe. Sin ella, estaríamos a esta hora perdidos en poder de nuestro enemigo y seguramente ajusticiados.

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