viernes, 4 de junio de 2010

....."LOS TRES HIJOS DEL ZAR"

Hace muchos años, en Rusia vivía un zar que tenía que decidir quién de sus tres hijos heredaría su trono, por ese motivo, un día los reunió y les dijo :

__Escuchadme, hijos míos. Tengo muchos años y estoy cansado, ha llegado el momento de nombrar a mi sucesor. Ya que no podéis compartir el trono, he ideado la forma de resolver el dilema. Tensad
bien vuestro arco y dejad que vuestras flechas vuelen. Id a ver dóndese han clavado. Debéis casaros con aquella doncella que más cerca se encuentre de la flecha. Mi sucesor será aquel cuya esposa
demuestre merecer ser la esposa de un zar.

Así, los tres príncipes al amanecer del día siguiente, prepararon sus arcos en un claro del bosque próximo al palacio. El primero en disparar el arma fue Igor, el primogénito. Su flecha cayó en el interior de un bellísimo jardín, donde se hallaba recogiendo flores una hermosa doncella llamada Irina, era hija de un barón amigo del zar.

Igor, exclamó orgullosamente :

__¡Vaya! Soy muy afortunado. Si esta bella dama accede a casarse
conmigo, sin duda me sentaré en el trono.

El segundo príncipe fue Vassili, el mediano. lanzo su flecha muy lejos,hasta que se clavó en un árbol, cuya sombra cobijaba a Milena, la hija de un rico comerciante de telas. Milena era una joven doncella, culta y educada, por lo que Vassili se sintió muy satisfecho de su fortuna y pensó:

__Cuando mi padre la conozca, seguro que decidirá nombrarme zar.

Le llegó el turno al más joven, Iván. Lanzó su flecha con tal decisión que se perdió de vista, por más que buscaban no daban con ella.
Pasaron varias horas hasta que, el príncipe Iván se encontró una preciosa gata que jugaba con su flecha entre sus patas.
Como no vio a ninguna doncella cerca del lugar donde se hallaba la flecha, intentó recuperarla, pero la gata le habló, mirándole fijamente con sus enormes ojos brillantes :

__Te devolveré tu flecha si te casas conmigo.
Iván asustado corrió al palacio y explico a su padre lo ocurrido :

__Oh, padre, ¿Qué debo hacer? __pregunto.

__No debes ir en contra del destino, hijo mío, debes casarte con esa gata __ le contestó el zar.

Poco tiempo después se celebraron las tres bodas. El zar dio una gran fiesta, los nobles de toda Rusia fueron invitados a participar en el acontecimiento más importante del año.

Las novias de los príncipes Igor y Vassili  aparecieron radiantes de belleza.
Iván, resignado con la suerte que le había deparado el destino, sostenía a la gata entre sus brazos.

Los invitados a la boda se miraban sorprendidos y comentaban :

__¿Has visto eso? ¡Lleva una gata como esposa! murmuró un invitado.

__¿Una gata por esposa? ¡Esta loco! ¡Cómo es posible!__dijo otro invitado.

__¿Qué será de él ? ¡Pobre príncipe Iván! __ lamentó otro.

Una semana después de la boda, el zar reunió de nuevo a sus tres hijos y explicó en qué consistía la primera prueba a la que debían someterse las esposas :

__Deseo comprobar cuál de vuestras esposas es la que mejor cose. Al alba, debéis traerme una camisa bordada por ellas.

Los príncipes regresaron  a sus palacios para explicar a sus esposas el mensaje del zar. Pero Iván llegó a su hogar muy triste y afligido.

__¿Qué te ocurre? __ le pregunto la gata, afectuosamente.

__Mi padre, desea para mañana al alba, una camisa bordada especialmente para él. -- le dijo Iván.

__No te inquietes, vete a dormir, mañana al amanecer tendrás una hermosa camisa bordada.__Le dijo la gata.

Aquella noche, el príncipe, permaneció despierto pensando en su terrible destino. Con el primer rayo de sol, se levantó para pasear y encontró una fina camisa perfectamente bordada.

Cuando la llevó a palacio, nadie podía creerlo :
la camisa que había bordado la gata era la mejor de las tres.

__¡Fantastico! __ exclamó el zar__. Es la mejor camisa.

Ahora deseo comprobar las dotes culinarias de vuestras esposas. Mañana me traeréis cada uno un postre hecho por ellas. Mi paladar será el juez de sus talentos culinarios.

De nuevo, Iván se entristeció  :

__No creo que mi suerte continúe __pensó.

Pero la gata le consoló :

No te preocupes, amor mío. Verás qué exquisitez prepararé para tu padre.

Y así fue. El zar se chupó los dedos :
__¡Ummm! ¡Esto es exquisito! __dijo disfrutando el postre.

Los hermanos del príncipe no estaban tan encantados y protestaron :

__Padre, ¡esto es un engaño! __ exclamo Igor.

__¡Debe ayudarle alguien! ¡Nos está engañando! __ protesto Vassili.

__¡Esperad un momento! __dijo el zar __. Hijos míos, se cómo llegar al fondo del tema, la tercera y definitiva prueba la harán vuestras esposas en mi presencia. Esta noche se celebrará un banquete en vuestro honor. Veremos cuál de las tres es la que mejor se comporta en la mesa.

Iván pensó que sus posibilidades de ganar a sus hermanos se habían desvanecido. Nunca se convertiría en zar. ¿Cómo iba una gata a mantener las formas apropiadas en una mesa?.
De todas maneras ya no le importaba, pues iba gustándole vivir en compañia de su gata.

Aquella noche, antes de comenzar el banquete, la gata le dijo a su esposo que acudiera a la cena solo y que no se preocupara lo más mínimo :

__Confía en mí __ronroneó__. Yo iré más tarde y no te avergonzarás de mi presencia.

El príncipe Iván acudió a la cena solo y se sentó en la mesa junto a la silla vacía de su esposa.
Cuando estaba a punto de iniciarse la cena, la puerta del salón se abrió y entró una doncella bellísima y elegante que provocó el asombro y las miradas de todos los invitados.

La doncella se dirigió al zar y le dijo :

__Excelencia, soy la princesa Nadia, esposa de vuestro hijo, el príncipe Iván.
Él ha logrado romper el encantamiento que me convirtió en gata, solamente un príncipe de buen corazón podría amarme sin conocer mi auténtico aspecto físico y confiar en mis palabras ciegamente. Ruego que me aceptéis y dejéis sentarme a la mesa junto a mi amado esposo.

__¡Por todos los diablos rusos! ¡Claro que sí! Por favor, siéntate y que empiece la celebración __ declaró el zar.

Nadia demostró los mejores y más finos modales durante el banquete. Iván se sentía el hombre más afortunado del mundo.
__Te quiero, Nadia __ le confesó a su esposa.

__Yo también te quiero, mi bello príncipe __ replicó Nadia.

__Di más bien tu bello... zar, hija mía __ dijo el padre de Iván.

__¡Gracias, padre! __ dijo Iván.

__Puedes agradecérle a tu esposa __ replicó el zar y declaró :

__Escuchadme, aunque Iván y Nadia tendrán la responsabilidad de gobernar nuestro reino, os felicito, pues habéis conseguido las tres esposas más bellas y bondadosas de todo el mundo.

Acto seguido, el zar empezó a reír y añadió :

__¡Que empiece la música y el baile!

Y así, entre risas y besos, concluyeron el banquete. Las tres parejas vivieron felices sin envidias ni rencores, reinaron y administraron el Imperio de tal manera que se convirtió en el más importante de su tiempo.

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